domingo, 26 de enero de 2014

Capítulo 23: Desgracias


Kiara lloraba junto al cuerpo de Dan y Byron se sentía mal por ella. Dan era un estúpido incluso cuando iba a morir no tenía en cuenta los sentimientos de los demás. Ahora por su culpa, él tendría que cargar con todo el peso de su muerte. 

-¿Por qué no lo has salvado a él? –repetía Kiara una y otra vez. Byron no poseía tiempo para pensar en eso, tenían que salir de allí y dejar su cuerpo ahora mismo. 

-Kiara vamos –dijo Byron agarrándola del brazo y tirando de ella con fuerza. A duras penas consiguió apartarla de él pero siguió tirando hasta que salieron de allí, aunque no sin algunas patadas e insultos por parte de ella. 

-¿Pero qué haces? –dijo Kiara deteniéndose-. También era tu amigo, tenemos que enterrarle o hacerle un buen funeral. 

-Kiara no fue un accidente, Dan sabía que intentarían matarlo hoy y sabía dónde y cómo. Si ha muerto, es porque él ha querido. 

-¿Y quién ha sido? –preguntó Kiara limpiándose las lágrimas. 

-Edric. 

-Llévame ante Nerón.


Melody despertó chillando sola en medio del bosque, como siempre. Aunque esta vez una sombra la observaba tras el árbol más cercano. Y no tardó en salir para verse con ella.

Era una niña de ojos almendrados y pelo largo, rizado y oscuro. Se acercó a Melody, con un caminar lento como si estuviera meditando algo, y se sentó a su lado.

-Tienes que irte –dijo Melody.

-Yo también soy como tú –contestó la niña sin rodeos.

-Claro que sí, ahora vete a casa tu madre estará preocupada por ti.

-Mamá ha muerto.

-Bueno pero habrá alguien que te cuide –la niña negó con la cabeza-. Está bien, dices que eres como yo demuéstramelo.

La niña se levantó y fue hasta el rio más cercano. Al tocar el agua empezó a convertirse en sirena, y como el rio era bastante profundo empezó a nadar en él. Melody sonrió, la niña decía la verdad.

-¿Cómo te llamas?

-Me llamo… -empezó a decir apoyándose en la orilla del rio. Aunque no acabo la frase ya una flecha le atravesó el pecho, y empezó a dar bocanadas de aire-. Son… los cazadore…

Melody intentó ayudarla pero solo consiguió que una de las flechas le diera en el estómago antes de que la niña dejara de respirar. Salió corriendo aunque cada vez deseaba más que una de esas flechas le diera muerte.



Kiara y Byron llegaron lo más pronto que pudieron al lado de Nerón. Él estaba donde siempre, en el claro verde y lleno de luz. 

-Nerón sé que te dije que no quería participar en la guerra pero ahora sí. Quiero que me enseñes a usar mi poder para vencer a Edric. 

-¿Estas segura? Será complicado. 
-Solo quiero venganza –contestó Kiara con odio bajo la mirada de los dos chicos.

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